A Mariam los tranvías no le quieren.
Mejor dicho: el gremio de "tranvieros" y "autobuseros" de Valencia está en su contra. La tienen vigilada para saber cuándo tiene intención de ir a coger un tranvía o un autobús, y entonces pasan por su parada un poco antes, lo justo para que a ella le dé tiempo a verlo, pero no a subir. Como diciéndole "in your face".
Lo mejor es que eso lo hacen incluso aunque no necesite coger el tranvía, como ayer, sólo para demostrarle que no puede escaparse a su control.
Así que la próxima vez que Mariam llegue tarde a alguna parte, por favor, no se lo tengáis en cuenta: no es culpa suya...
2 comentarios:
Hola, yo soy un sufridor de esta peculiar maldición que afecta a la protagonista de este blog.
En Valencia, a 25 de febrero de 2005, doy fe.
No os riáis, pero el domingo por la noche me volvió a pasar: venía de la Cridà e iba de camino a casa de Guillermo, cuando al pasar por G. V. Fernando el Católico, vi a un 60. Estaba parado en el semáforo, como diciéndome que si corría, tal vez incluso lo podía coger. Pero claro, yo iba de camino a casa de Guillermo.
Al cabo del rato, cuando ya me dirigía a la parada para volver a casa... estuve esperando al autobús casi media hora y el 60 no hacía su aparición. Y cuando me casi me decidí coger otro para hacer trasbordo... entonces apareció el autobús triunfante. Yo quería llegar a mi casa antes de las 22h, y el autobús lo cogí a esa hora. ¿Veis cómo no es problema mío???
pdt: Guillermo es testigo de lo ocurrido, vamos, que no me lo invento.
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